El Banco central de Inglaterra esta en aprietos y las decisiones que tome tendrá consecuencias significativas. Se espera que el Banco de Inglaterra suba los tipos de interés en 50 puntos básicos, y se le critica por tal acción. Es posible que cualquier decisión del Banco de Inglaterra será pesimista, lo que hará caer a la libra esterlina.
El Banco central de Inglaterra ya ha subido cinco veces los costes de los prestamos, que se encuentran en 1.15%, uno de niveles mas altos históricamente. Seria bueno que se abstenga de subidas por partida doble y adaptarse a las subidas stardart del 0.25%, pero esta vez es distinto. Hay una alta inflación.
El IPC es superior al de EE.UU., con un 9.1%, y al de Europa, con un 8.9%, lo que exige una mayor subida de los tipos de interés para frenar la demanda, mas que nada porque el IPC subyacente (que excluye los volátiles precios de los alimentos y la energía) está en el 5.8%, muy parecido al de EE.UU. Los costes de endeudamiento en Estados Unidos ya se sitúan en una franja de entre el 2.25% y el 2.50%.
Las subidas de los precios esta impulsada por los costes de energía, esto hace que la subida sea repentina y a ritmo acelerado, mucho mas de lo normal. Que actualmente están sufriendo la incertidumbre del abastecimiento del petróleo y gas Ruso.
Ya que los bancos centrales no poseen la capacidad de influir en los precios mundiales de energía, el BCO tiene poco margen de operación y las previsiones actuales indican que la inflación puede saltar al 11% en octubre, una vez que el gobierno comience a realizar sus ajusten de precios Bianuales.
La próxima decisión sobre los tipos de interés llega también en un momento en el que los políticos hablan abiertamente del papel del banco central en la fijación de la política monetaria y de los poderes reguladores tras el Brexit.
Concluyendo, las opciones son en su mayoría malas, lo que deja más espacio a la libra esterlina para que caiga aparentemente.
El escenario base es que el banco suba las tasas en 50 puntos básicos, como respuesta al aumento de la inflación y a las rápidas subidas de tasas de otros bancos centrales. El Banco de Inglaterra quiere mantener la fortaleza de la libra, y así reducir los costes de los productos importados.