Son muchos los factores que influyen en una persona al momento de operar, la mayor parte del tiempo son factores inconscientes, hasta que se vuelven conscientes por medio de la observación interna.
Ya tienes algo de información sobre tus emociones y el autocontrol (revisa los artículos anteriores) ahora quiero brindarte información sobre otra parte clave de ti y de tu mente que te gobierna todo el tiempo, parte responsable de que seas como eres y tengas los resultados que tienes: tus pensamientos y tus creencias.
“Todo el tiempo estamos pensando, una persona tiene en promedio 70 mil pensamientos al día, generalmente estos son repetidos y además la mayor parte de ellos son negativos” así que sí, pensamos casi siempre lo mismo y encima de manera negativa.
Desde niño comienzas a pensar cosas de ti y del mundo, esto hace que formes creencias de todo, es normal y así sucede, el problema es que con el tiempo no nos planteamos si esas creencias o pensamientos son “verdad” operan a favor o en contra nuestra, si nos ayudan a avanzar, o por el contrario nos limitan.
¿Sabes lo que piensas de ti mismo? Autoconcepto: lo que pienses de ti, el concepto que tengas de tu persona, y como te percibes puede ser la base de muchas de tus creencias limitantes.
¿Qué pienso de mí mismo? Hazte esta pregunta para ir encontrando respuestas, debes observar lo que te dices la mayor parte del tiempo y en diferentes situaciones, junto con lo que sientes, ya que esto último es un indicador de tu tipo de pensamiento.
Por qué es importante? Porque puedes tener una percepción, una idea o una creencia errónea de ti mismo.
El cerebro siempre está haciendo asociaciones y predicciones…por ejemplo: cuando operas y una situación te causa una emoción, tu cerebro la asocia a una situación del pasado que te generó algo similar, tu cerebro predice que en una situación pasada, perdiste, ganaste o sucedió algo que te vuelve a detonar esa idea o pensamiento, junto con la emoción. Digamos que si anteriormente te dijiste algo negativo, ya existe un pensamiento o una creencia sobre el suceso, más un sentimiento relacionado al mismo, esto lo crea tu mente y también lo cree, y lo sigue repitiendo con el tiempo…obsérvalo y serás más consciente de este tipo de situación cuando se presente, si no comienzas a notarlo, con el tiempo esto crea un sentimiento más arraigado y una creencia más profunda de estos hechos…por ejemplo: “siempre me pasa lo mismo”, “no soy bueno para esto”, “voy a perderlo todo”, “soy un fracasado”etc.
Los pensamientos se graban en tu subconsciente, mayormente si son constantes y repetitivos, y sobre todo si están acompañados de una emoción o sentimiento, ya que estos intensifican y le dan más poder al pensamiento. Al instalarse estos pensamientos modifican tu forma de ver las cosas, tus acciones y a ti mismo.
Pensamientos de calidad vs Pensamientos automáticos: Al igual que en las emociones puedes realizar una observación interna de lo que estás pensando, y tener un registro de los pensamientos que más se repiten en tu día (te sorprenderás de todo lo que piensas de manera automática)
¿Cómo sé si mi pensamiento es bueno y de calidad? Para responderte esto volvemos a incluir lo que sientes, requieres fijarte en que emoción, sensación o sentimiento te produce eso que estás pensando, si tu sentir es agradable o desagradable, y puedes desde tu razonamiento discernir y preguntarte: ¿es este un pensamiento que me ayuda a crecer, a creer en mi mismo, y me hace sentir bien?
¿Qué te dices cuando estas operando? ¿O antes de operar? ¿Qué piensas de ti cuando ganas? ¿Y cuando pierdes?
Ten en cuenta que la mente es muy compleja, existen errores de pensamiento, creencias limitantes, modelos mentales, sesgos, distorsiones cognitivas y más factores que modifican la realidad que vemos, comienza por hacerte consciente de tus pensamientos, es tu responsabilidad, es un dominio que requieres adquirir para empezar a desarrollarte y crecer en tu trabajo y en tu vida.